lunes, 29 de mayo de 2017

Argelia, esa gran desconocida

Argelia, esa gran desconocida. País al norte de África entre Marruecos y Túnez. A una hora en avión desde Barcelona.
Cuando me invitaron a conocer Argel su capital, dudé un par de segundos, porque nunca me hablaron bien de Argelia. Tal vez porque en nuestro país la mayoría de la inmigración del norte de África es marroquí y ambos países mantienen un tira y afloja histórico y cierta rivalidad. Ya que tengo la firme convicción de que no se deben dejar pasar los trenes ni perder las oportunidades, en seguida dije sí al viaje. Y gracias a una carta de invitación y 60 euros, conseguí mi visado en el consulado de Argelia en Barcelona. No es fácil viajar allí, pero no tiene nada que ver con que exista una situación de peligro o algo así. Es más bien que el gobierno argelino no desea que el turismo florezca en su país, tienen suficiente con el petróleo que les da de comer.
Cuando dije que iba a Argelia, la pregunta fue (como siempre), ¿y que vas a hacer allí? ¿allí no está en guerra? Pues no. No están en guerra ni nada que se le parezca. Y voy a hacer turismo como a cualquier rincón del mundo, a conocer una tierra, una cultura, unas gentes.